miércoles, 2 de marzo de 2016

Café del mural, un café a la colombiana

No me dio tiempo de ponerme a tomar fotos, el café estaba tan bueno que olvidé lo que iba a hacer, disfruté los aromas, distraje mi vista observando el lugar y no me quería ir por lo que alargué mi café.

La primera vez que me hablaron del lugar fue en San Jacinto – Bolívar- en “Cerro Maco Café y Cacao” pero no me supieron cómo llegar, la única indicación que me dieron es que estaba en Cartagena y era un laboratorio de café, a mí me tocaba investigar donde queda, como llegar y en que horarios atendían.

Encontré “Café del mural” preguntando a mis conocidos en Cartagena y me enviaron a Getsemaní, al estar allí encontré el lugar pero estaba cerrado así que programé otra visita a la ciudad en un día laboral, esperando llenar mis expectativas.


El lunes 29 de febrero entré a Café del mural y me sorprendí al encontrar una cafetería diferente en medio de tantos lugares que venden el mismo café, con los mismos nombres, las mismas formas de preparación y los mismos errores, en café mural hasta la distribución de las mesas es diferente, los olores se mezclan entre las diferentes variedades del grano, la canela, panela, cacao, anís estrellado  y otros que no pude reconocer.

Pido un café e inicia la conversación, en el mural cada café es diferente, es personalizado, no es “preparación en masa” o prediseñado, es un café como uno lo quiere, en el que puedes pedir la cafetera en la que te lo prepararán porque la variedad de estas lo permite, puede ser un café en máquinas antiguas o a “la colombiana” un café imperfecto que busca nuevos sabores.

Mi elección fue un café fuerte,  bastante café que prepararon en una antigua maquina napolitana, me lo sirvieron junto a una infusión de anis que puedo mezclar con el café o usarla para limpiar mi paladar, lo disfruté lentamente entre conversaciones, me enteré que abren de lunes a sábado, que tienen aproximadamente 32 cafeteras y solo trabajan dos personas, el propietario y una joven, aspiran en un futuro vender pizzas en un horno antiguo y quitar las mesas para poner una larga barra donde todos nos sentamos a tomar café y eso es lo que ellos llaman crecimiento, no abrir nuevas tiendas, tener grandes locales o una gran franquicia alrededor del país o del mundo.

El café imperfecto del mural permite conocer de cerca cómo se prepara y sirve el café en Colombia, o más bien en los campos colombianos, en las fincas cafeteras, en las diferentes regiones del país y es servido en los pocillos o tazas usadas para servir el café por lo que nos acerca a nuestra verdadera tradición cafetera.


Tome mi café, conversé y me quedé mirando el lugar, me olvidé de las fotos que iba a tomar para este artículo, estaba haciendo algo más importante, aprendiendo de café, tomándolo y envuelto en buenas conversaciones, ya habrá tiempo de eso, ahora a seguir reflexionando sobre el café a la colombiana.       

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Fotos tomadas del perfil de facebook de Café del Mural 

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